No hubo recorte al Senado, pero los golpes políticos siguen: Monreal

En un discurso que combinó defensa, rendición de cuentas y un toque de advertencia, Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, dejó claro que el Senado de la República no sufrió recorte presupuestal en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025. Por el contrario, aseguró que hubo un aumento del 3 por ciento que garantiza el funcionamiento óptimo de la Cámara Alta.

“Con este presupuesto, el Senado puede desempeñar perfectamente su función. Reciben más del doble que diputadas y diputados, quienes se han quedado rezagados con el tiempo”, afirmó Monreal, subrayando la disparidad en las dietas entre ambas cámaras. Este señalamiento no fue casual, ya que surge en medio de un contexto político en el que se debate la eficacia y la asignación de recursos públicos en ambas instituciones.

¿Arbitrariedades? Ni hablar

Monreal defendió que la asignación presupuestal fue resultado de un análisis coordinado y técnico, realizado junto con funcionarios del Ejecutivo Federal. En este punto, mencionó al senador Adán Augusto López, quien habría mostrado conformidad con el aumento aprobado y conocía a detalle el contenido del presupuesto. Según Monreal, incluso hubo un incremento adicional de 150 millones de pesos que fue celebrado por los integrantes del Senado.

“En el Senado hay recursos suficientes. Si ahora se señala lo contrario, sólo demuestra que el debate está siendo politizado”, afirmó Monreal, apuntando directamente a lo que considera una narrativa diseñada para debilitar su liderazgo político. Además, recordó la existencia de un fideicomiso del Senado que cuenta con más de mil millones de pesos acumulados y que cada año se incrementa gracias a los intereses generados.

¿Ataques internos? El fuego amigo de Morena

Lo que más llamó la atención en sus declaraciones fue el reconocimiento de un nuevo frente de batalla: los ataques internos. Monreal, quien ha sido una figura clave dentro de Morena, no dudó en señalar que sus adversarios ya no se encuentran únicamente en la oposición, sino también dentro de su propio partido.

“Hoy las adversidades no vienen de la oposición, sino de mis correligionarios. Pero como siempre, las enfrentaré con la verdad”, aseguró Monreal con firmeza. A esto añadió que las acusaciones sobre supuestas irregularidades en su gestión, como el caso de los archivos presuntamente mal administrados por 60 millones de pesos o los contratos de elevadores por 90 millones, son infundadas.

El legislador aseguró que todos los procesos pasaron por licitaciones públicas y auditorías, mismas que él solicitó de manera anticipada al prever el uso político de estos temas. “Son infundios y falsedades. Los resultados de las auditorías están disponibles para quien los quiera consultar. Que presenten pruebas contundentes si tienen algo”, retó Monreal.

Auditorías, fideicomisos y cuentas claras

Durante su gestión en el Senado, Monreal destacó que se realizaron 77 auditorías entre 2018 y 2023, lo que equivale a un promedio de 13 auditorías anuales. En estas revisiones, aseguró, las irregularidades detectadas fueron mínimas y completamente solventadas. Además, se revisaron todas las cuentas públicas de 2018 a 2022, lo que resultó en 45 recomendaciones y sólo una observación, misma que fue debidamente atendida.

Monreal también resaltó que los fideicomisos del Senado, cuya existencia data desde la construcción del edificio sede, han sido manejados con total transparencia. Estos recursos, acumulados a lo largo de los años, representan un colchón financiero importante para la operación de la Cámara Alta.

“Quien nada debe, nada teme. Las escenas políticas teatrales que están armando caerán por su propio peso”, afirmó el legislador, señalando que los intentos de desacreditar su gestión sólo evidencian el trasfondo político del conflicto.

Monreal se mantiene firme

En sus últimas declaraciones, Monreal dejó entrever que las tensiones políticas en torno al presupuesto del Senado forman parte de un teatro diseñado para debilitar su posición política de cara a futuros escenarios. Sin embargo, dejó claro que está dispuesto a enfrentar cada acusación con datos y pruebas.

“En mi vida, la adversidad y la mala fe me han perseguido, pero las he enfrentado sin titubeos. Y esta vez no será la excepción”, concluyó.

Con estas palabras, Monreal no sólo buscó defender su gestión, sino también enviar un mensaje contundente a sus adversarios: la verdad será su mejor arma en un panorama político lleno de pugnas internas y cuestionamientos.